SOS ANIMAL REPUDIA LA ACTITUD DE PRENDER FUEGO EL CUERPO DE COLITA

Se trataba de un animal de la calle, pero que había sido adoptada por Bruno Tur.
Por su instinto, a la perrita le gustaba andar en la calle, razón por la cual andaba por toda la zona de la rambla hasta regresar a su casa para ser alimentada por su dueño.
Fiorella Batista, integrante de SOS Animal, explicó que en virtud que no aparecía en su domicilio como es costumbre, su responsable la salió a buscar y como no la encontró hizo público un llamado a modo de solidaridad, pero se enteró que “Colita”, murió producto de la caída de un árbol en la zona del Parque Liebig’s, donde trabaja la empresa que lleva adelante el proyecto del parque lineal del arroyo Laureles, pero en una actitud completamente repudiable, el funcionario que trabajaba en el lugar, transcurridas 24 horas y sin que hubiera un reclamo del animal, tomo la decisión de prender fuego el cuerpo del animal que yacía cerca del arroyo.
El mayor rechazo de la protectora de animales, así como también de la población, es que no haya existido el gesto humanitario del trabajador para enterrar el cuerpo.
Con todo el dolor del alma, su dueño adoptivo concurrió a la zona para levantar los restos que quedaban de “Colita”, para darle sepultura.
Triste historia que nos muestra que hay actitudes que no condicen con la conducta de una persona que se precia de valorar la vida.
Fiorella Batista pidió endurecer la ley de protección animal, donde debería contemplarse como un delito matar un animal y debería pagarse con prisión o una condena judicial, pero existe un vacío legal en tal sentido, ya que hace poco tiempo un vecino en una actitud irracional mató a patadas un perro dogo de nombre Mambo, provocándole hemorragia interna, propiedad de Marisa Varela, quien hizo la denuncia policial, pero sin que pasara nada.